viernes, 14 de febrero de 2014

Caminata contra las violencias hacia las mujeres en San Martín


Una marcha que se hizo notar por la peatonal de San Martín.


“Cuando una mujer dice no, es no”. “Si te pega no te quiere”. “No somos objetos para tu diversión”. Estas son consignas que identifican en general a las mujeres que luchan por sus derechos.
La violencia hacia las mujeres es un hecho que se sucede constantemente y no registra ninguna respuesta concreta por parte del Estado. A veces, suscita medidas como la instalación de Comisarías para la Mujer, destinadas a recibir las denuncias de mujeres víctimas de violencia en un ámbito más humano y contenedor que en una comisaría ordinaria. Sin embargo, estas medidas tienen como foco a la mujer, dejando de lado al principal responsable de estas violencias: el hombre.
Sin duda esas disposiciones (muchas veces incluso deficientes, ya que el trato recibido no tiene nada que ver con la humanidad y la contención, mucho menos con respuestas efectivas) son necesarias, pero aisladas, sólo victimizan más a las víctimas y dejan vacante el lugar del responsable directo. Actúan como parches.
Este año, se acerca un nuevo 8 de marzo, día de la mujer trabajadora. Un día que para muchas poco tiene que ver con recibir flores y bombones, sino con reclamar el cumplimiento de sus derechos y la reivindicación de todo el trabajo hecho por y para las mujeres.
Se acerca otro 8 de marzo y es necesario mirar las cifras, números que no son sólo números: son Adriana, Alicia, Sandra, Mónica. Fueron 280 mujeres asesinadas en 2011. Fueron otras 255 asesinadas en 2012. En los primeros nueve meses de 2013, fueron 209 las mujeres asesinadas. Simplemente por ser mujeres. Daniela, Rosana, Paulina, Elsa, Araceli…
Por otro lado, el secuestro de mujeres con fines de explotación sexual, cuyo lamentable emblema es Marita Verón (dos veces secuestrada a causa de la complicidad política, judicial y policial), es otro crimen aberrante contras las mujeres. No podría existir sin el consentimiento del aparato político, judicial y policial. Las políticas contra la trata (más allá de la Ley de Trata sancionada en 2012) son tan pobres que ni siquiera hay datos estadísticos oficiales sobre las víctimas. Cada vez que desaparece una mujer, de cualquier edad, las organizaciones del campo feminista temen que se trate de otro caso de trata.
En San Martín algunas organizaciones están preocupadas por esta violencia absurda y en diciembre del 2013 se realizó una Caminata por la peatonal Belgrano. La idea surgió a raíz del cruel asesinato de Araceli Ramos, de Loma Hermosa. Según uno de los referentes, la jornada llevaba el objetivo de “visibilizar la problemática de la violencia de género que sigue creciendo día a día, en donde para sumarle más dificultad, las mujeres que son víctimas de abusos, insultos o golpes tienen muchos inconvenientes a la hora de hacer denuncias, ya que en las comisarías las subestiman y ningunean”.
Para una de las participantes de la jornada, este tipo de iniciativas “deben seguir para que nuestra sociedad tome conciencia del papel opresivo que sufrimos las mujeres cada día. Tenemos que hacer lo imposible para que esto cambie”.
 

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