miércoles, 2 de abril de 2014

Entrevista a Florencia Moreno, joven poetisa de San Martín.



Florencia Moreno de San Martín y con tan solo 20 años, recibió el premio Pedro Ballester de Poesía en la Biblioteca Diego Pombo entregado por la Agrupación Poetas del encuentro.
Tuvimos la oportunidad de entrevistarla para el periódico Caminando Juntxs.


   ¿Qué sentido tiene la poesía en tu vida?
Es muy terapéutica como cualquier rama del arte. Pero en sí tiene algo especial, podes sacar lo más oscuro de tu vida de adentro tuyo y llevar la poesía a cabo, no te digo como objeto pero que quede algo concreto, que le sirva al otro. Yo más que nada empecé por eso, tenía muchos quilombos en mi cabeza y de repente fue como espontaneo, como una idea tras otra y se formaba algo interesante. Me da ganas de seguir escribiendo. Es una manera de sacarte un peso de encima increíble, que no pasa con la narrativa o con otro cualquier tipo de texto. La poesía tiene esa fuerza. Puede, no te digo cambiar el mundo pero mover a la gente, abrir las mentes, generar conciencia. Eso es lo que más me atrapa a mí. Es lo que siempre quise hacer.

   ¿Por qué decís que la narrativa no tiene ese mismo peso?
La narrativa tiene cierto poder pero la poesía tiene algo único que tiene que ver más con el sentimiento. La narrativa es muy explicito. En la poesía esta la esencia de cada persona ahí en la hoja, pura metáfora que para mi significa algo y vos al leerlo podes interpretarlo de otra forma. Esa creo que es la fuerza que tiene la poesía. Cada uno identificarse a su manera.



   Cuando vos escribís ¿pensás que el receptor no lo va a entender o te va a criticar? ¿o escribís para vos?
Yo no escribo para que al otro le guste. Eso es lo principal para mí. Yo creo que si escribís para eso tenes una presión que no te deja fluir lo que vos realmente querés comunicar. Si se que lo va a leer otra persona pero justamente a lo que voy es que aquella persona lo va a interpretar a su forma entonces no pienso en escribir para que el otro piense tal cosa, él va a tener su punto de vista.

   ¿Qué te sucede en los talleres de poesía donde los presentes leen y critican tu obra?
Pasa siempre en realidad. Mi profesora, Liliana Lapadula, quien coordina el Taller “La palabra en movimiento”, al que yo asisto, siempre nos alerta sobre esto. Pero es muy necesario, es una forma de bajarte del carro un toque, a veces uno piensa que porque te ganaste un premio ya las tenes todas y no es así. La idea es vivir aprendiendo. Es lo que busco, sino es muy aburrido, todo muy básico. A mi el taller, la crítica de mis compañeras y la de mi profesora me sirvieron para no quedarme en el molde. Es una manera de abrirte la cabeza sino te quedas con la misma idea. El mismo estilo, encasillado, de esa manera no la pasas bien. Cuando me critican algo pienso que esta bien y sale algo mejor. Yo se que lo que escribo no le va a gustar a todo el mundo pero que haya gente que me diga que no le gusta tal cosa es constructivo.

   ¿Cuándo estabas en tus primeros estudios te daba por escribir?
Para nada. Lamento mucho pero mis profesores de literatura no les interesaba, no se gastaban en difundir no te digo la poesía pero por lo menos la lectura por placer, no motivaban a los chicos. Te daban un par de actividades muy específicas, te daban un libro para leer y vos lo hacías sin ganas. Y es lamentable que no se pueda difundir la poesía en las escuelas, todo muy presionado y eso a los chicos los aburre y tratan a la literatura como si fuera algo malo.

   ¿Qué te paso cuando te notificaron que ganaste un premio con tu poesía?
Yo nunca le vi el sentido a la premiación, en nada, cuando veía que alguien se ganaba un premio decía: “que bueno, pero…” Cuando yo gane el premio el sentido que le encontré es que es un reconocimiento al esfuerzo. Yo tuve un año complicado cuando empecé poesía, me esforcé mucho para que todo eso salga y el premio fue un empuje, una motivación increíble, darme cuenta que soy capaz de escribir como de cualquier otra cosa.
En la entrega de premios era la única chiquita entre tanta gente grande. Fue fuerte para mí, fue muy emocionante. No te digo que hubiera dejado de escribir pero sino fuera por el premio tal vez hubiese aflojado. Para mi fue un re-empuje.

   ¿Qué dijeron en tu entorno afectivo?
No tenían ni idea de que yo escribía. Sabían que yo iba al taller pero no sabían de lo que se trataba. Después empezaron a leer mis poemas y como que no lo podían creer. La única que leía era mi vieja, que, obviamente, se interesaba mucho por lo que yo hacía allá, además me banca el taller. Yo ni siquiera me animaba a publicarlo en facebook o hacerme un blog. Ahora que todos empezaron a leer como que los sorprendió. Ahora publico uno cada tanto. Yo no soy una persona que toda la vida le gusto leer o escribir, recién ahora. Se sorprendieron que tan rápido yo me haya enganchado con esto.

   Ahora vas a tener un montón de seguidores en facebook…
No es lo que busco pero esta bueno poder compartir mis ideas con la gente, además que también puedo aprovechar el espacio para concientizar de alguna manera.

   ¿Cómo te ves de acá a futuro?
Obviamente que esta el deseo del libro, quizás animarme a algún cuento, lo que este a mi alcance, y como te dije, seguir aprendiendo. Es muy difícil que un poeta pueda mantenerse con los libros, eso me lo dicen todos. Yo quiero estudiar fotografía también. Pero más allá del dinero pongo por delante mi gusto, mis pasiones. Empezar con la carrera de fotografía y seguir adelante con la escritura.

txt: Masi Marin
foto: Facundo Miguel Nívolo
 — con Facundo Miguel Nívolo y Flo Florr.

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